La Culpa

Era el 20 de noviembre, y en las redes sociales se organizaba una masiva funa contra el homenaje a Miguel Krassnoff. Todos sabemos en lo que  lamentablemente  termino aquella manifestacion.
Pese a todo, existen algunas cosas que rescatar:  Se instalo el tema en la agenda publica; Algun político, bananero a mi entender, ofreció ley contra este tipo de homenajes; El Presidente de la UDI salió a rechazar, a su manera, el homenaje;  Saltaron varios candidatos a alcalde para la comuna de Providencia; Una funcionaria de gobierno ceso en sus funciones por un error de copy-paste; No faltaron, ante la ausencia de voto voluntario en ese momento, quienes se inscribieron en los registros electorales para sacar a Labbé, y un largo y nutrido etcétera.

Ayer Hugo Marchant ingreso al Congreso Nacional, se tomo tranquilamente una taza de té, compartió con congresistas y se paseo, como Pedro por su casa. Sin embargo este asesino  hoy no es portada de ningún diario, no salió ningún político bananero a proponer un proyecto de ley que prohíba el ingreso de este tipo de delincuentes al Congreso, no hubo ni una, ni una sola carta al director en ningún diario, los canales de televisión, con suerte sabrán que es te tipo esta en Chile, ningún despido por cursar la invitación, no habrán desafueros a los honorables, y un largo, penoso y nutrido etcétera de cosas que debiendo haber sucedido, no sucedieron.

¿La culpa?

No, la culpa no es del poco criterio del Diputado Gutiérrez,  que para el acto de Krassnoff pidió oficiar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por una presunta violación a un tratado Internacional  por la “apología a la violencia y atropello a los Derechos Fundamentales” y  que ahora convida a un té de camaradería  a quien tuvo la genial idea de matar al intendente Carol Urzúa de más 60 disparos.
 No, la Corte Suprema tampoco tiene la culpa por permitir la entrada al país de tan gran terrorista, pues su fallo se ajusta a Derecho.
La culpa la tiene usted, usted, usted, su vecino, el vecino de su vecino, yo, mi papa, su mama, su tía y todos quienes condenamos cualquier violación a los Derechos Humanos, pero solo nos quedamos en la comodidad de nuestro escritorio, en la tranquilidad de reclamar  virtualmente, en la pasividad que nos da el tecleo de un twett, en la flojera de decir “Otros lo harán” y en la desidia de “Nosotros somos más respetuosos”.

La culpa es de nosotros

La culpa es de nosotros quienes creemos que los Derechos Humanos no tienen partido, pero, permitimos, a vista y paciencia, que un grupo se apodere de ellos.

La culpa es de nosotros, los jóvenes, que nunca salimos a defender lo nuestro, y permitimos que una minoría representada por Camila nos discrimine y nos pase por encima

La culpa es de ustedes señores Políticos que no impiden, por cualquier medio valido, la realización de este tipo de afrentas a la paz.

La culpa es de usted vecino,  que ante una marcha se encierra en su casa y no es capaz de organizarse con su comunidad y exigir paz

Y, finalmente, la culpa es de su Excelencia el Presidente de la Republica, que aun no comprende que no fue electo solo para dar alternancia en el poder, que no solo fue electo porque los chilenos no querían, y al parecer no quieren, mas Concertación, sino, que fue electo porque es de Derecha, porque representa un conjunto de valores, principios y acciones que los chilenos queremos ver, que ncesitamos ver¡ 

Amigos, lectores, políticos, y con todo respeto señor Presidente, es hora de salir a defender lo que como sociedad hemos construido.


Fabián Andrés Rodríguez Adaros

Ex-Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Santo Tomás